domingo, 18 de marzo de 2018

Perdón y olvido

¿Qué hace que sea posible el perdón?
¿Cómo se consigue el olvido?
¿Por qué la rabia y el dolor se apoderan por dentro?
¿Cómo impedir que la ira y el rencor se enquisten en el alma y la vuelvan dura sin remedio?
Es tan difícil volver a confiar, volver a creer, esa fe que pintaba de rosa el futuro...
Es difícil soñar de nuevo sin que la negra pesadilla aparezca noche tras noche y desvele tu anhelo.
Es difícil sonreír sin que la oscuridad de la duda no aparezca en tu semblante.
Pero solo el amor es paciente, solo su amor recompone, calma, ayuda a encajar lo que no se entiende.
Cuando la venganza se disfraza de justicia, cuando mil clamores se estrellan en el aire del rencor y la rabia, muchas veces rodeados de impotencia y temor, se estremecen las entrañas.
Y solo el amor más puro, que solo quiere seguir adelante, es capaz del mayor logro e imposible.
Solo el amor, pero despreciado, infravalorado, y hasta recriminado, es capaz de perdonar y cerrar los ojos para seguir viviendo y alcanzar...tal vez...el olvido ansiado...  

Sin futuro cierto

Ni imaginarme puedo esa cantidad de vidas que se aventuran a lo desconocido, sin un futuro cierto, sin ni siquiera un mañana en el horizonte...bien sea rodeadas de agua, saltando una valla, o pie a través de enormes campos...
Qué incierto resulta el día a día de una vida "normal", del montón, cuánto más esas vidas cargadas de tanta historia a la espalda y sin detenerse a tener miedo porque hay demasiado en juego.
Y nos creemos dueños del tiempo, del momento, de la existencia...
Y todo en pocos minutos cambia y reorienta cada sentimiento como un huracán tambalea los cimientos más sólidos.
Y no queda de otra que seguir viviendo, paso a paso, día a día, sin otra ilusión que la de salir a flote, nunca mejor dicho...
Y quedar en las manos de quien si siquiera se plantea el valor de lo que tiene mucho menos de lo que no entiende...
Y sólo queda apelar a la empatía, la solidaridad, la humanidad... a ver si así la vida puede seguir adelante...
Ojalá, aun cuando las ilusiones cambien y se tambaleen mil veces...