domingo, 20 de abril de 2014

¿Apariencia o realidad?

Hoy me planteo el tan traído y llevado tema de la apariencia.
¿Serán simple apariencia esas sonrisas que parecen perennes? ¿ese ánimo aparentemente incansable?
Me pregunto si realmente sólo soy yo la que se tambalea al viento cuando se me van de la memoria tus palabras y tus gestos.
Me resulta tan difícil creer que mi tristeza a veces constante pueda mantenerse cuando eres mi gran descubrimiento y al mismo tiempo seas el motor de esas caras amables que a la hora de la verdad nunca se encuentran, bueno, casi nunca.
Pero también me planteo si en el fondo no será envidia, mi envidia, por descubrir algo tan tan hermoso que no se puede comunicar con palabras y que se me traba en los gestos y en los día a día.
Cuál es la realidad y cuál la apariencia. Desde luego que la receta es fácil: "por los frutos los conoceréis".
Pero de nuevo ahí la duda. ¿Cuáles son los frutos auténticos? ¿Los de la entrega a deshora a pesar de las tristezas y las lágrimas, la inconstancia y el desánimo? ¿Los de la sonrisa eterna pero ausente en tantos momentos y esquiva en tantos otros? ¿O quizá ningunos? ¿O quizá ambos?
Ay, no juzgar...qué gran lección y qué fácil de olvidar...
Y al final, siempre me quedo con el ojalá...sólo ojalá...

miércoles, 9 de abril de 2014

Solo y siempre tú o cuestión de óptica

Cuánto tiempo de abandono efectivo, aunque no real. De presencia en la ausencia, y de sentimiento anhelante.
Ahora vuelvo con el deseo de esas gafas maravillosas que te hacen ver el mundo del color que probablemente es y que tantas veces cerramos los ojos y no vemos. Rosa, bueno o por qué no azulado, que siempre me ha gustado más. Pero no gris ni oscuro. No porque no me gusten esos colores, si no por la falta de luz que suponen a la hora de hablar de una realidad viva y dinámica que se mueve en cada día a día.
Y esas gafas al final no dejan de ser más que una forma de mirar, diferente, o quizá no tanto, quizá similar a lo que ya estabas viendo. Es la peculiaridad lo novedoso, es la constancia lo desafiante. Gafas en positivo, visión positiva, mirada positiva... todo positivo...
Y no puedes evitar la sonrisa, y hasta la ilusión por qué no, si además te suena ya a conocido. Y alguien que te dice "si eso es lo que ya haces en..."
Pero...al final un pero. No negativo, a pesar de la fama, pero sí necesario.
Esa sonrisa, esa ilusión, esas ganas y esas...gafas están muy bien ahora, ahora que ya las vives, y las practicas unas veces más y otras menos consciente. Pero ¿y antes? ¿y hace unos años cuando todo era gris? ¿Qué pasa si a alguien esas gafas se le vuelven escurridizas, o hasta le lastiman?
Y siempre la duda ¿por qué solo yo puedo verlo? ¿Acaso no es tan evidente que las gafas son solo lo exterior, que lo clave son las lentes y eso no deja de ser cuestión de óptica?
Y cómo no, detrás de ellas siempre un óptico, que te las amolda, te las diseña y sencillamente te las entrega y las mantiene.
Y es que al final, siempre un alguien, un Tú. Sólo y siempre...