jueves, 26 de marzo de 2015

Al final del túnel

La luz siempre está al final del túnel, sí, de eso no hay duda.
La duda está cuando el túnel comienza y no tiene fin, y pasa un día y pasa otro y parece que se hace eterno. Al final el secreto es "vivir de fe", pero ¿por qué cuesta tanto?
Con lo fácil que es ver los caminos de los demás, ver sus luces, incluso aventurarse a conjeturar, adivinar y aconsejar con una sapiencia asombrosa...
Y cuando es uno mismo...ahí ya no es tan fácil. Entras en el túnel y a veces pareciera recurrente, sin querer salir de él. Supongo que es más cómodo quedarse con el mal conocido que aventurarse a lo desconocido por bueno que sea. Aunque eso no deja de ser triste, bastante triste.
No dejo de repetirme una y otra vez ¿por qué cuesta tanto confiar?
Es cierto que la confianza se aprende. Es una experiencia vital, se encarna desde que nacemos gracias a las personas que nos rodean. Y desde luego las personas traumadas o marcadas desde pequeñas difícilmente logran avanzar. Pero es curioso que muchas veces sí que lo logran. Y las otras muchas que han vivido tranquila y sosegadamente, en ambientes normalizados y calmados, queridos y protegidos, con todo para lograr ese aprendizaje y esa asimilación...pues no, no lo conseguimos.
Es triste, es otra de las tristezas de la vida, de esta vida cómoda de sofá, incomparable a las miles de tragedias que existen en el mundo y que no se cuestionan porque directamente actúan para sobrevivir.
Al menos siempre queda la esperanza...al final del túnel...  

jueves, 12 de marzo de 2015

La verdadera savia

Por más que se repita una y mil veces una mentira no pasa a ser verdad.
Pero pareciera que guardamos la confianza en que ese milagro se dé y lo que nos interesa, porque al final de fondo siempre, siempre, hay algún interés, se acabe cumpliendo. Si no podemos directamente pues intentamos implicar a quienes indirectamente puedan hacerlo, aunque a ellos les suponga doble esfuerzo, carga y sacrificios varios. Uf, debe ser un interés bien grande e importante cuando se moviliza tanto.
En fin, será el estrés que me hace ser suspicaz, es muy posible.
Pero también que no puedo guardar mi sentido crítico en un cajón cuando me repiten y me repiten lo mismo como algo maravilloso sin un fundamento sólido ni que me convenza.
Y seguro que es cosa mía, que ciertamente el mundo está cambiando y ha cambiado, y los farmacéuticos hacen un trabajo totalmente distinto al que hacían hace 5 años, o los ópticos, o los médicos, o los funcionarios, o los que opositan para jueces, notarios, etc.
Será que mi estrés no me deja ver cómo han hipercambiado esas profesiones. Y es que no todos servimos para emprender...
Y aún más lejos, no me deja ver, y mucho menos creerme, que la motivación para algo, y menos para aprender, pueda venir desde fuera. Por muy novedoso que sea ese "fuera" al cabo del tiempo, tarde más o menos, deja de ser novedoso y por lo tanto deja de motivar. Entonces ¿qué?
Ah ya! seguir innovando para no caer en el aburrimiento, volviéndonos más bien payasos de circo.
¿O no será más bien que es lo que interesa a todo ese negocio de fondo que mueve tantos intereses?
Uy ves, si es que es imposible que no salga mi parte tóxica y estresada que me hace pensar tan mal.
Bueno, al menos tengo a algo a lo que culpar para eliminar mi responsabilidad... mira eso sí que se me ha contagiado bien ;p
Pues a pesar de mis cegueras, de mi toxicidad y de mi estrés, sigo en mis trece y, la verdad, ojalá no salga. La única motivación, la verdadera savia, que puede mover el mundo, nuestro mundo, interno y externo, no puede salir de otro sitio que desde dentro, desde ese pozo que se nos olvida y que queremos tapar decorando y adornando con múltiples seudónimos, y que no deja de ser otro que el amor auténtico puro e incondicional que nos llama a vivir la vida de una forma realmente plena y autónoma.
Sin eso...todo serán intereses, innovaciones y reinvenciones, vanas y absurdas...

lunes, 2 de marzo de 2015

Derechos y derechos

-"¿Por qué haces eso? ¿Por qué gritas de esa forma?"
- "Porque quiero que se me oiga y se respeten mis derechos"
- "Ah tus derechos, ya".
- "¿Qué pasa? ¡Tú no lo hagas y verás cómo acabas!"
- "El problema es que si para defender tus derechos tienes que pisotear los demás no tengo yo tan claro que eso sean realmente derechos".
- "Yo no pisoteo los derechos de nadie".
- "¿Ah no? Cuando tú gritas ¿qué pasa con mi derecho al silencio? Cuando tú insultas y te expresas contra mí, ¿qué pasa con mi derecho al respeto?"
- "Vaya es eso"
-"Cuando tú quieres hacer huelga y me obligas a mí, ¿qué pasa con mi derecho a trabajar y no hacerla?"
- "Es que es normal, si no entonces ¿qué?"
- "Pues eso, eso es lo que yo me pregunto ¿qué? ¿Qué pasa con el derecho de los demás cuando por proclamar los derechos propios de cualquier manera, se acaban pisoteando?"
- "Vuelta a lo mismo"
- "Supongo que eso mismo dirá el "dictador" contra el que protestas porque no quiere ni escuchar ni respetar tus quejas"...