Proverbios de una corta vida I

- Una sonrisa es el castigo a la mentira.
- Vivir feliz no es ser feliz en la vida.
- Más vale una sonrisa que una verdad traicionera.
- Vivir mintiendo es morir entre tinieblas.
- Un suspiro es la sinceridad que se escapa del alma.
- Más vale una verdad cruel que una mentira tramposa.
- Más vale la tristeza del alma que una sonrisa falsa.
- Ser cobarde es ser amable con los problemas.
- Cuando algo te cambia la vida, aunque quieras no lo olvidas.
- Morir a la vida es nacer al espíritu y resucitar a la vida.
- Quien no perdona y olvida mata el recuerdo bueno y su propia vida.
- A quien le hieren el alma difícilmente olvida.
- No pensar en nada es llorar en el alma.
- Pensar en todo es morirse de agonía.
- La melancolía es la enfermedad más honda del alma.
- El anhelo es la tos de la tristeza.
- Más vale morir en vida que vivir en muerte.
- Estar triste no impide ser amable.
- Ser amable no implica ser estúpido.
- El que aguanta una mirada, responde con el alma.
- Cuando tengas sed, bebe un trago de agua. Para no tener más sed tírate al río.
- La esperanza es el sueño que se desea cumplir.
- Una mirada perdida es una batalla en el alma.

Buscando...donde no era...

Pero no todo fue bonito...el proceso es largo...El error muchas veces está en oír voces equivocadas, buscar fuera lo que está dentro y te busca a ti...
Desde el "ahora" solo un consejo, doble: paciencia y deseo.
Allá por 1998, por lo que pueda resultar de útil...
<<... Y te entusiasmas, en cosas, y ríes, y luego cuando no van, lloras, pataleas, todo por que no es, no salió como se deseaba.Y cuando pasa el tiempo y se olvida resulta tan tonto, tan inútil haber hecho eso, y se siente casi el arrepentimiento, pero sobre todo la decepción de caer en esas cosas ante las que se pensaba ser inmune.
Y por fin llegas a un punto en el que descubres tu vida, la vida, pero tal vez con algo de temor porque sea una falsa alarma, no te entregas del todo, te reservas. Y esa reserva, aunque no te das cuenta, hace que poco a poco te amargues.
Y crees que lo has encontrado, has sido feliz, unos momentos, unos días, ha brillado, y recuerdas hasta el momento, la hora.
Y te obsesionas, sí, en conseguir "eso" para tu vida, con ese mismo error, que es doble: poseerlo y apropiarte de ello. Y sin moverte, buscas formas, caminos, maneras, todo lo que pueda servirte para cazarlo, piensas, buscas, das vueltas y vueltas, pero claro, no te has movido. Y ese entusiasmo tratas de llevarlo a tu vida diaria, "lo" tienes, por tanto, tiene que ser fácil.
Y te extrañas cuando al hablar te exasperas, al obrar te cansas, y al amar...y entonces ves el fallo, en realidad no amas. Pero ¿cómo? Tener"lo" es amar, "ese era el trato ¿no?" Bueno, te animas pensando, "todo es acostumbrarse". Y sigues adelante. Pero un día entre risas y palabras hay algunas, muy normales, pero se clavan: "Dios no se planea" ("qué cosa más tonta", piensas al oírlo, pero realmente no has escuchado) "...jóvenes que si no logran sus planes hasta se deprimen, personas que se amargan y pierden la ilusión, que viven sin vivir, sin esperanza, sin saber qué hacer..." (y mientras oyes, sonríes, realmente no estás escuchando)... " y Dios es otra cosa, arranca el motor y da ilusión..." (o algo así, ¿no? Ya casi has perdido hasta el hilo, estás más pendiente de sonreír y disimular)..." y buscar a Dios, para encontrarte realmente con él, si no tienes las cosas claras, no lo has encontrado..." Y entonces unas palabras, esas que apenas estabas oyendo, "...No se pueden tener esos cambios, no tan bruscos, será que es un Dios fabricado...", esas palabras por dentro te están golpeando, y han conseguido hacerte daño, hacer temblar esa estructura tan sólida, con unas ideas muy claras, pero cerrando los ojos para no tener que mirarlas y cumplirlas, buscando cuando en realidad no andas, oyendo cuando en realidad no escuchas, pero te dices que sí, que estás en camino.
Y resulta ser que esos días en los que todo explotaba, en lo que de todo dudabas, esos parecen ser los mejores, porque en ellos reniegas de Dios, pero no del que hay en tu corazón, sino del que tú te has creado. Días en los que ves que Dios no está en ti, porque realmente es así, no le has encontrado. Dios no está en tu alma y lo sabes, y por eso le lloras, por eso le chillas y te rebelas, pidiéndole que por favor aparezca, que por favor aparezca y dé sentido a tu vida y la ilumine; porque sabes que no está, que no puede estar cuando tu depresión y tu amargura son tan hondas que ni fuerza tienes más que para sobrellevarlas. Sabes que no, porque no hay ilusión, no hay esperanza, sólo miedo, lamentos, tristeza y mucha desolación. Y le pides todo, que llegue, que te cambie y te dé fuerzas.
Y cuando estás entendiendo todo esto, te preguntan, pero no contestas, se te ha ido el habla, pero ¡qué puedes decir si se te ha caído la máscara!
Y reflexionas y encuentras todo esto bien, bueno, todos esos días son buenos, ya que limpian el alma, y piensas qué bien, estoy en camino, pero de nuevo te alarmas, por qué, porque tras la tempestad vuelve la calma, y tras rebelarte volverás a conformarte y seguirás muriendo a esos días de vida.
Y seguirás amando sin amor, sin raíces, y quemándote en tu agonía, buscando una sonrisa que esconda las lágrimas y reponiendo de nuevo tu máscara, por qué, tal vez por miedo a no saber por dónde buscar lo que quieres, o a descubrir si realmente "lo" quieres...>>

In- creíble-evitable-posible-consciente,...

¿¿¿Y esas, vamos a llamarlas, "sorpresas"??? Increíblemente sucede, increíblemente te ocurre y no sabes ni cómo, -¡¡si parecía totalmente imposible!!-, pero sí, ocurrió y te quedas mirando en el anonadamiento, e inevitablemente giras la cabeza, instintivamente miras hacia arriba y sólo puedes recordar aquellas palabras amigas y repetirlas: -¡¡Eres más chulo que nadie!!- Mientras la sonrisa se te pinta inconscientemente en la cara y la alegría se te cuela por dentro...-¿cómo lo haces?- No puedes evitar preguntárselo, y sólo tienes una respuesta, su sello, el único fiable, la paz...

al final del tiempo

Y pasa y pasa... sí, ese temido, y deseado al mismo tiempo, aliado o enemigo...el tiempo...
Unas veces pueden ser sombras, otras un negro profundo que te hace cuestionar todo y tambalear el sentido... pero finalmente, lo que nunca creías, lo que casi ya ni esperabas, cuando todo parecía impedirlo, cuando otras mil cosas te hacían vacilar...finalmente sí, empiezas a confiar...a confiar de verdad.
Creer has creído siempre, confiar no es tan fácil, vacilas, temes, hasta hay veces que desesperas...
Puede que siga ocurriendo... pero ya algo hay en tu interior que te ha tocado el alma, que te ha cogido el corazón...tu vida ya no sigue sola, nunca más seguirá sola...y es ahora cuando cuesta creer...pero es cuando realmente crees... y empieza tu vida...

amanecer incierto

Sigues en la "oscuridad" y el vacío, pero como cada día, irremediablemente, amanece... y también alguna pequeña lucecita se te cuela dentro. Una palabra, quizá un gesto o una expresión particular, algo puede hacerte salir de esa rutina negra y pegajosa que rodea tu vida desde la sombra, desde la otra cara de la "normalidad". Convives, sí, convives con el día a día y con la noche perenne...
Y ese día que la luz parece cegar y apartar la noche, sientes incluso rabia y rebeldía. "¡Habrá cosa más absurda que pensar que pueda haber esperanza!", te planteas cruelmente, y hasta ásperamente puedes rehuir cualquier otro rastro de diferencia, novedad, posibilidad, que derrumbre todo ese muro al que hasta cariño pareciera que le hubieras tomado...
Y esa luz se hace pesada, insistente, te desconcierta, hasta sonríes, hasta el deseo, que es tu única armadura, parece volverse más fuerte...y quizá, sólo quizá, empiezas...o vuelves...a esperar...  
Y puede que varios días amanezca esa bonita luz en tu vida, y hasta ilusión te genere...pero también dolor, mucho dolor, cuando vuelve a ocultarse...y la oscuridad otra vez te apresa y se vuelve aún más negra...
O puede dejarte el mayor sinsabor de la espera...la incertidumbre...el anhelo de lo que puede que nunca llegue...porque no sabes..., de todo dudas..., nada "esperas"..., ante todo tiemblas...

deseando...en el vacío...

Vivir un sentimiento triste es desagradable, pero quizá recordarlo es más...
Esa angustia enquistada, esa quemazón en el alma, ese vacío y esa soledad aparente.
Nada puede hacer que se borren, y nada puede hacer que se nublen. Pero lo nublan todo...
Nada las disipa, nada las oculta, y quizá hasta crecen y crecen.
La noche oscura ¡y tan oscura!, la noche vacía, ¡y tan vacía!
La pérdida, la huella borrada, la incomprensión, el absurdo deseo que se aferra a lo innombrable..., y ese gran vacío que crece y crece..., mientras la esperanza se vuelve chiquita, inapreciable...
Y si hay suerte, será pasajero...si hay suerte...
Si no la hay..., el dolor te irá consumiendo...Sientes que se parte el alma, se resquebraja, se inunda de una tristeza profunda y hasta absurda...y solo gritar, sí, gritar, parece tener sentido...
El interminable vacío...La interminable laguna negra...Todo lo llenan, todo lo invaden...
Se esfuman las sonrisas, se esfuman los alientos,...solo queda la nostalgia...
¡Y nadie te entiende! Importa poco, pero a la vez duele. No añoras la comprensión... o sí...
Quizá añoras que algo o alguien recorte espacio al vacío...
Y si hay suerte será pasajero...si hay suerte...
Si no la hay...sentirás, y sentirás muy hondo..., sufrirás, y sufrirás muy duro,...vagarás, y llegarás muy lejos,...sin saber por dónde...sin saber a dónde...
Y si hay suerte, será pasajero...si hay suerte...quedará el deseo...

paisaje de caminos

El viento, acariciándote con su brisa, o tambaleándote con su fuerza, el calorcito del sol en tus mejillas, la luz inundándote la mirada, el sonido que te llega hondo, las tantas sensaciones que te recorren...y esa inquietud extraña dentro de ti, ese algo que te invade, que te sorprende, te limita y a la vez te mueve y te crea...esa naturaleza que tantas veces puede pasar desapercibida y que otras, estas que te llegan tan hondo, cambian toda tu perspectiva y te trasladan más allá de lo que inmediatamente te rodea...otra muestra más de los mil caminos que recorremos acompañados a veces inconscientemente...otras no tanto...

pensar demasiado...

Hay veces en las que puedes preguntarte si pensar demasiado no es malo, peligroso,...además de aburrido, pesado...y seguro que son muchas las veces que dejas de hacerlo porque no vas a encontrar nada nuevo, nada útil.
Es curioso cómo tantas veces nos ponemos frenos a nosotros mismos. Sentimos una tendencia, una sensación, o una necesidad quizá, y acabamos rechazándola como algo que nos enajena o nos va a impedir estar tranquilos y en calma.
Cuántas oportunidades no perdemos por no escuchar, o simplemente por no mirar con ojos diferentes, no solo a nuestro alrededor si no también en nuestro interior.
Un simple cambio de perspectiva, una simple variación en la intención de la mirada, un simple deseo de dar espacio, tiempo a cualquier otra posibilidad...quizá eso podría estar transformando todo y no para mal, sino al contrario, para dar nueva vida...

dejando huecos...

Es curioso que siempre se habla de acción, "tienes que...tengo que... debemos hacer...", qué poquitas son las veces que dejamos...dejamos ser...dejamos hacer...Dejar el control, sentir que lo perdemos no es fácil...comencemos "dejando huecos..."

dejándose arrancar

"Sopla dónde y cuándo quiere", vamos pues a esperar y confiar..., vamos a ver pues a dónde nos lleva, no deja de ser una aventura sea cual sea el final...